[SEIS-Madrid] La miseria que esconde el Recuento de Personas sin Hogar
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          Enviado por S. Ensenanza e ... el Vie, 25/01/2013 - 17:21 
Algunos compañeros/as del Sindicato de Enseñanza e Intervención
 Social junto con otros compañeros/as de la CNT de Madrid, decidimos 
participar en este encuentro. Pero... ¿Por qué vamos a participar 
nosotros/as en este tipo de eventos?
El recuento de personas sin hogar tiene dos caras bien distintas. Por un
 lado está la finalidad oficial, la de hacer estadísticas, presentar 
unos datos, que los políticos se echen rosas, seguir pasando 
absolutamente de las necesidades básicas de las personas en riesgo de 
exclusión social y mantener sus privilegios a costa de los demás; y por 
el otro lado, muy distinto, la realidad laboral de los/as 
trabajadores/as que desempeñan su labor profesional con este tipo de 
personas y el reflejo de las necesidades de este colectivo en materia de
 exclusión y autonomía. Por eso mismo, decidimos asistir a este evento, 
por un lado para desenmascarar la hipocresía de las instituciones del 
estado, y por otro lado, para escuchar y analizar la situación de los 
que no tienen voz, que son, como siempre, los/as trabajadores/as y la 
gente condicionada a estar en situación de exclusión.
Para ello, asistimos no de forma muy gustosa al acto oficial. En ese 
sarao que estaba patrocinado, entre otros, por: la Policía Municipal, 
este pobre colectivo tan precario y explotado por el Ayuntamiento de 
Madrid, y que, como todos sabemos, está tan preocupado por la pobreza y 
la exclusión que no dudan nunca en abusar de su autoridad, agredir, 
humillar, multar y encerrar por doquier por el cumplimiento del orden y 
de la seguridad de los políticos y los especuladores del capital.
 
Algunos asistentes a esta tan emocionante gala, aparte de los jefecillos
 de las ONGs varias, fue el señor Pedro Cabrera, profesor de Sociología 
en la Universidad Pontificia de Comillas (típico listo de los libros, 
tonto de la vida), el señor Darío Pérez, (odiado de manera legendaria 
por sus alumnos/as de la UCM, trabajadores/as del Samur Social y 
usuarios/as), una diputada de UPyD, la típica que no pinta nada, ni dice
 nada, pero sale en la foto para venderse como persona altruista y 
solidaria contra la exclusión para campañas electorales varias, y la 
señora chupóptera delegada de familia y asuntos sociales por el 
Ayuntamiento de Madrid, Dolores Navarro, la cual dio un discurso tan 
abrumador que entre bostezos y miradas perdidas, terminó con un flamante
 aplauso con nuestra mano dando palmadas en la mejilla. Por supuesto, 
ninguna de estas importantes personalidades fue a la calle a participar 
en el recuento, no vaya a ser que se les manche la ropa o escuchen 
palabras estridentes para sus delicados oídos.
Este acto estuvo impregnado de “cagadas” propias de políticos cutres, 
que ya no saben como hacer para mentir u ocultar datos, y que a 
nosotros/as nos dejan atónitos y no sabemos si reír o llorar por el 
ridículo que hacen. Una de ellas apareció en el dato estadístico de la 
actividad de los voluntarios asistentes al acto. Solo había 
trabajadores/as, estudiantes y jubilados/as. Aquí nos planteamos, 
sabiendo de antemano que un/a parado/a es una persona activa en 
situación de desempleo.... ¿Por qué ocultan a los/as parados/as que 
participan en los/as voluntariados/as? A lo mejor no hay interés por 
parte del Ayuntamiento de Madrid de reflejar la larga lista de personas 
en situación de desempleo que dan su tiempo a realizar voluntariados, ya
 que puede ser que en un recuento de ese tipo no merezca la pena 
recordar a los cientos de miles de personas que se encuentran al borde 
de la exclusión social al no tener medios para subsistir.Dentro del acto
 además nos encontramos con la idealización romántica del vagabundo, y 
nos trasmitieron la forma de autoridad benéfica que nos confieren estas 
élites de despacho de Universidad y de Iglesia, para sentirnos 
superiores y hacer las cosas por pena, y así sentirnos mejor con 
nosotros/as mismos/as, y dormir pensando en la obra benéfica que hemos 
realizado esa noche. Se nos dijo que esta gente es invisible para el ojo
 de cualquiera. ¿No será a lo mejor que la gente está cegada de 
lucecitas y escaparates repletos de objetos llenos de egoísmo y 
arrogancia? Entonces se nos aclaró que “en el fondo, son personas”. 
Menos mal, nosotros ya pensábamos que íbamos a lidiar con orcos, trolls y
 urujais sedientos de sangre, y resulta que en el fondo son personas. 
Pues no solo en el fondo, son personas en la forma. Son personas en 
pensamientos, en acción y en integridad. Personas que merecen el mismo 
respeto y el mismo trato que cualquiera de nosotros/as. Pero claro, como
 lo va a entender esto el señor Pedro Cabrera, la señora Dolores Navarro
 o el rector de cualquier universidad que quiera gestionar los estudios 
en esta materia, desde sus lujosos edificios y sus cómodos despachos, 
élites de renombre del mundo académico y político, alejados totalmente 
de la realidad social, acostumbrados a precarizar, humillar y despedir a
 sus empleados/as o a los/as becarios/as, o sentir de cerca la realidad 
que sufren los/as trabajadores/as inmersos/as en el drama social al que 
nos han arrojado esta cuadrilla de inútiles. ¿Podemos saber qué trabajo 
realmente productivo y útil realizan estas personas?Aquí es cuando nos 
centramos en los/as trabajadores/as del sector de la Intervención Social
 en materia de personas sin hogar. Personas que pueden estar todo el día
 en la calle, que sufren la precariedad laboral, las externalizaciones, 
el recorte de presupuestos y “derivaciones” de un servicio a otro, 
además de la política del Ayuntamiento de tramitar RMI a cascoporro para
 mantener la exclusión. ¿Se puede lograr potenciar la autonomía de una 
persona sin que haya trabajo y subvencionando el alcohol y las drogas? 
La dependencia de la limosna de la administración, sin recursos ni 
proyectos de inserción reales, solo crea dependientes de la misma. 
Los/as trabajadores/as muchas veces ven como los Servicios Sociales no 
realizan una labor de integración para las personas en riesgo de 
exclusión, sino que solo sirven para que unos/as cuantos/as sigan 
viviendo del cuento, enchufados, cobrando bien y escribiendo libros, 
como es el caso del señor Darío Pérez, jefe del departamento de Samur 
Social, Personas sin Hogar e Inserción Social del Ayuntamiento, mientras
 que las personas en exclusión se mantienen en un círculo vicioso del 
cual les es imposible escapar. De esta manera, ven que la labor que 
realizan solo vale para mantener un servicio del cual están viviendo 
unos pocos parásitos, en vez de crear programas y proyectos que 
potencien la autonomía de cualquier individuo que ha sido arrojado al 
vacío de la miseria y la exclusión."Pero el capitalismo no es capaz 
de poner en marcha los recursos sociales; no puede aprovechar más que 
una parte ínfima, la que para él es rentable, de las fuerzas de trabajo,
 de las innovaciones de los técnicos, de los descubrimientos de los 
sabios, de las fuerzas de la naturaleza. No responde a las exigencias de
 nuestra etapa de cultura, condena a la ruina fisiológica y moral a la 
gran mayoría de los hombres, es un obstáculo al progreso e incluso a la 
mera subsistencia. Por eso debe desaparecer."
Diego Abad de Santillán
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