Cerca de 500 personas siguen reivindicando justicia tras veinte años del asesinato de Pedro Álvarez por un policía en L’Hospitalet de Llobregat y piden que se reabra el caso.
Texto de
THAIS BONILLA
A las ocho de la
mañana del 15 de diciembre comienza uno de los días más duros para la familia
Álvarez. Las hermanas de Pedro llegan desde Girona, los padres, Juanjo y
Carmen, madrugan para comprar flores. Juntos se reúnen en la Avenida Catalunya
de L’Hospitalet, donde familiares y amigos les esperan.
Cerca de 30
personas guardan silencio y dejan flores. Fue justo en este punto donde el 15
de diciembre de 1992 Pedro Álvarez fue asesinado. Un policía, que no estaba de
servicio, utilizó su arma reglamentaria para solucionar una discusión de
tráfico con el joven.
La Justicia, después de veinte años, sigue sin resolver uno de
los casos que más ha conmocionado a La Verneda, barrio donde viven los padres de Pedro.
El caso está a punto de prescribir. Más de 100 páginas de investigación que
quedarán archivadas a causa de un sistema judicial desigual. Un sistema que
durante todos estos años sólo ha beneficiado al policía nacional que alegó
estar en la otra punta de la ciudad, pese a ser identificado por Yolanda,
en aquel momento la pareja de Pedro. Él sigue libre, ejerciendo como agente de
las fuerzas del orden.
Contra los abusos
policiales, la injusticia y la memoria de Pedro Álvarez se celebró,
además, una concentración a las cinco de la tarde en la Plaça Universitat
de Barcelona. Cerca de 500 personas asistieron a una performance que mostró la complicidad
existente entre fiscalía, jueces y policía. Fue en aquel momento cuando Juanjo
Álvarez, padre de Pedro, denunció reiteradamente la “desidia institucional y
administrativa” a la hora de aclarar el asesinato de su hijo. Todo ello, tras
dedicar palabras de apoyo a otras personas afectadas por los abusos de poder,
como el presunto asesinato de Jonathan Carrillo y el reciente caso de Ester Quintana. “El único objetivo de las fuerzas
policiales es defender al poder y no al pueblo“, sentenció.
Desatención
mediática
Con el paso del
tiempo el caso ha ido desapareciendo de los medios. En el 20 aniversario tan
solo una decena de medios se han hecho eco de la noticia. Ha sido necesario un acto simbólico de David Fernández, miembro de la CUP, para que tome cierta
relevancia de nuevo.
De Pedro Álvarez podríamos decir muchas cosas, por ejemplo, que es un
hombre, alto, con el cabello castaño claro, de unos 40 años, que vive
felizmente casado desde hace años. Que vive en una casita de alquiler, y como
todo el mundo lucha día a día para llegar a fin de mes, pero aún así es feliz.
(…) Pero por desgracia Pedro Álvarez hace veinte años que está muerto, y todos
estos momentos ni han pasado ni pasarán nunca. (extracto del manifiesto de la Plataforma Pedro Álvarez)
20 años esperando justicia, 20 años sin Pedro Álvarez
De Pedro Álvarez
podríamos decir muchas cosas, por ejemplo, que es un hombre, alto, con el
cabello castaño claro, de unos 40 años, que vive felizmente casado desde hace
años. Que vive en una casita de alquiler, y como todo el mundo lucha día a día
para llegar a fin de mes, pero aún así es feliz. Tiene dos hijos que son la
alegría de la casa, crecen sanos y contentos en las afueras de Barcelona. Los
fines de semana quedan con los abuelos, que los quieren mucho, y los llevan a
pasear por el barrio de Sant Marti, lugar de residencia de la familia desde
hace muchos años. Es conocido por su simpatía y humildad, y por ser un buen
hijo, padre y amigo. De Pedro Álvarez podríamos decir también que es un
trabajador, un hombre de principios que sigue adelante, y que cuando puede se
escapa con la mujer y los niños a un apartamento en la playa, que alquilan de
vez en cuando.
Pero por
desgracia Pedro Álvarez hace veinte años que está muerto, y todos estos
momentos ni han pasado ni pasarán nunca.
Un fatídico 15 de
Diciembre de 1992,Pedro, que en aquellos momentos era un joven con todo el
futuro por delante, fue asesinado, y en lugar de disfrutar de una vida en
familia, lo que pasó ha convertido en un auténtica pesadilla la vida de los
padres, familiares y amigos, una vida truncada por culpa de una simple
discusión de tráfico. Ese día Pedro iba con su pareja por la avenida de
Catalunya de L’Hospitalet de Llobregat, y al cruzar la calle un coche estuvo a
punto de atropellar a la chica; ante su sorpresa el vehículo se detuvo, y de él
salió un hombre, que sin mediar palabra le espetó un tiro en la cabeza,
causándole la muerte en el acto. Esto rompió el futuro de un joven y destrozó
tanto en la familia como los amigos, pero por desgracia su calvario acababa de
empezar.
Desde ese día
familiares y amigos han intentado que se haga justicia, ya que el caso fue
cerrado por falta de nuevas pruebas poco después de los hechos. Se hace muy
extraño entender cómo puede ser que la justicia, los fiscales, que todo lo
denuncian, no muevan ni un dedo para saber que pasó aquel fatídico día. Ahora,
después de 20 años denunciando el caso, a este le queda poco para prescribir, y
si esto ocurre será el olvido legal del caso de Pedro, el asesino quedará
impune, y jueces y fiscales se mancharán, otra vez, sus manos de sangre.
La familia ha
seguido todo este tiempo batallando, luchando y buscando soluciones en las
instituciones públicas, y todo el mundo ha dado la espalda al caso, con muchas
promesas y pocas acciones reales. La Generalitat, los Ayuntamientos de Barcelona y
L’Hospitalet, los diferentes partidos políticos, el defensor del pueblo, …
todos y todas los que no estáis moviendo un dedo para el esclarecimiento del
caso, también tendréis las manos manchadas de sangre si este crimen queda
impune.
Que quede claro
que tanto los familiares, los amigos y las amigas de Pedro NO OLVIDAREMOS nunca
lo que ha pasado y seguiremos exigiendo JUSTICIA !
Porque la memoria
de Pedro Álvarez no se borra, ni legalmente, ni jurídicamente, salgamos
tod@s a la calle el próximo día 15 de diciembre
11:30h OFRENA FLORAL a l’Avinguda de
Catalunya de L’Hospitalet (Metro Torrassa L1) i
17H. MANIFESTACIÓ Plaça Universitat ( BCN)