Entre la resistencia y el auge fascista

Enviado por direccion el Dom, 11/01/2015 - 18:04.


EXTREMA DERECHA EN EUROPA | SUECIA
El fascismo en Suecia está inmerso dentro de un proceso normalizador a pesar del incremento de las agresiones como la del activista LGTB, Kampa Showan.
A. Herranz | Periódico CNT
En 2010 cuando la formación Sverigedemokraterna se presentó a las elecciones la Radio Televisión sueca, SVT, se refería a ellos como una formación xenófoba. Hoy la cadena estatal ha llegado a apartar a colaboradores en nombre de la neutralidad informativa por su posicionamiento contrario al partido xenófobo. Este es sólo uno de los ejemplos de la normalización del discruso racista y xenófobo en Suecia.
Antecedentes recientes
En 2006 un partido político, Sverigedemokraterna (SD), surgido de la unión de dos organizaciones nazis decide, mediante el referéndum de sus afiliados, cambiar su anagrama agresivo- una antorcha con los colores de la bandera sueca- por uno más inocente, una flor azul. Durante las elecciones de 2002 había obtenido 49 representantes en 29 municipios. Era la hora de dar un salto adelante. Dejar atrás la imagen de skinheads violentos que habían dominado la escena nazi en Suecia.
La apuesta tuvo su efecto. A pesar del rechazo mediático que provocaba el partido obtuvo en las elecciones generales de 2010 el 5,7% de los votos. El Parlamento sueco vio como 20 diputados de la formación xenófoba juraban su cargo. En septiembre de este año, según las encuestas, se prevé una intención de voto entre el 8 y el 10%.
Proceso normalizador
Como manifiesta Svenska Motståndsrörelsen (SMR) en su página web “la presencia de SD en el Parlamento ha permitido la normalización de ciertos temas”. SMT es el grupo nazi violento que ha protagonizado una serie de atentados con heridos graves. Los temas a los cuales se refería son el racismo, la xenofobia y ciertos postulados del nacionalsocialismo. Aunque SD no se manifiesta abiertamente racista sí agita el fascismo cultural. Es decir, la defensa de los valores supuestamente suecos contra el peligro inmigrante y islámico. La similación contra la multiculturalidad, el miedo contra el encuentro.
Este proceso ha llevado a un intento por parte de los medios de comunicación y las autoridades de tratar a SD como otro partido más del arco parlamentario. El ejemplo de la postura de la cadena estatal de radio y televisión es un ejemplo. Las visitas electorales por parte de líderes del partido a hospitales, colegios e instituciones otro. Frente a este proceso normalizador la sociedad civil sueca se ha organizado y protesta de forma activa y espontánea.
La actividad de denuncia de las actitudes fascistas ha aumentado pero paralelamente, y al calor de las elecciones europeas y las próximas generales de septiembre, la actividad nazi también ha aumentado. Según la fundación Expo, dedicada a estudiar y denunciar a estos movimientos, entre 2011 y 2012 ha aumentado un 24%. Y en muchas ocasiones de forma muy violenta.
Por otro lado, el partido Svenskarnas Parti (SP) declaradamente nazi se presentará en las próximas lecciones en 30 circunscripciones. Será la primera vez que una formación abiertamente fascista se presente a unas elecciones generales en Suecia desde la Segunda Guerra Mundial.
Kärrtorp
Parece ser que los sucesos de Kärrtorp ha sido el pistoletazo de salida de un aumento de las agresiones y ataques nazis. En este barrio del sur de Estocolmo los vecinos estaban preocupados por el aumento de la actividad nazi. Pintadas de esvásticas en las fachadas de las casas y ejercicios militares en el polideportivo hizo que muchos se sintieran amenazados. La organización Linje 17 decide convocar en diciembre del año pasado una concentración para mostrar su repulsa. Se trata de una concentración festiva a la cual acuden padres de familia, niños y ancianos. La pacífica concentración es atacada por miembros de SMR armados con palos, botellas y piedras. La policia desplazada al lugar se ve superada. A pesar de que en la red había rumores de un posible ataque, ésta había calificado la manifetsación de bajo riesgo. La policia sueca y la policia secreta (SÄPO) nunca ha tomado en serio la amenza nazi y mantienen posturas más beligerantes contra la llamada izquierda radical y el islamismo. En los 90 ya se dio una situación similar cuando después del asesinato del sindicalista Björn Söderberg mediante una bomba nazi la SÄPO tuvo que reconocer que no tenía información sobre las distintas organizaciones nazis mientras quesí tenía un registro de veganos (por su relación con los movimientos de liberación animal).
El pasado 8 de marzo, en Malmö, un grupo de fascistas hirió de distinta gravedad a cuatro personas que regresaban de una manifestación feminista. Las agresiones se suceden y la prensa generalistas se siguen presentando como reyertas de ”gamberros” ultraderecha y ultraizquierda. Por otro lado, está claro que las ideas e intenciones de los grupos xenófobos se están filtrando en los distintos estamentos de la sociedad. Una muestra, hace poco el sindicato de periodistas Journalistförbundet, para sorpresa de sus afiliados, cedió en su revista la palabra a Roger Sahlström, supuesto periodista, para que se quejara de cómo los antiracistas no le dejaban hacer su trabajo. Que éste fuera fotografiar e indentificarlos, que había sido condenado por maltrato a una persona por ser “negra” o que es más que conocido por sus ideas misóginas y racistas pareció no importar a la directora de la revista. Ésta defendió la publicación en nombre de la libertad de expresión.  Que Roger Sahlström no crea en los valores democráticos y humanistas y se dedique a identificar a antiracistas y atacar a las minorias no parece importarle tanto.

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