Los nadies
Sueñan
 las pulgas con comprarse un perro y  sueñan los nadies con salir de 
pobres, que algún mágico día llueva de  pronto la buena suerte, que 
llueva a cántaros la buena suerte; pero la  buena suerte no llueve ayer,
 ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en  lloviznita cae del cielo la buena 
suerte, por mucho que los nadies la  llamen y aunque les pique la mano 
izquierda, o se levanten con el pie  derecho, o empiecen el año 
cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.
El libro de los abrazos.



