[Luchas] Marchas en distintos puntos del país recuerdan a los 15 inmigrantes africanos muertos en el Tarajal
Manifestación en Madrid capital el 11 de febrero 2017. Foto: manuelfernandez
El 6 de febrero se cumplieron tres años 
de la tragedia en la playa de Tarajal (Ceuta) donde resultaron ahogados 
15 inmigrantes. El suceso se produjo cuando un grupo de inmigrantes que 
se disponía a cruzar la frontera marítima española fue interceptado por 
varios agentes de la guardia civil que intervinieron para impedirles la 
entrada. La operación, a todas luces fuera del protocolo asignado para 
estas situaciones, pudo tener relación con los ahogamientos al no 
cumplir con la obligación de socorrer.
Varios vecinos que estaban en la zona 
presenciaron los hechos y grabaron con sus dispositivos lo que allí 
acontecía. Al poco tiempo los informativos retrasmitieron los videos 
conmocionando a la opinión pública por su contenido. En estos se podía 
apreciar como en el espigón que da a la playa varios agentes hacían 
disparos, supuestamente de pelotas y botes de humo, en dirección a las 
personas que se encontraban en el mar al grito de auxilio debatiéndose 
entre la vida y la muerte. Las imágenes hablan por sí solas mostrando un
 sadismo que pone en entredicho el estado de derecho de un país de la 
Europa democrática. Sin embargo lo verdaderamente sorprendente es que 
hayan imágenes que acrediten estos sucesos. Se podría decir que es lo 
nunca visto, pero las nuevas tecnologías instaladas en la sociedad 
captan incluso los trapos sucios que se quieren esconder.
No es la primera vez que tienen lugar episodios similares en las vallas fronterizas donde se produce la entrada ilegal de inmigrantes.
No es la primera vez que tienen lugar 
episodios similares en las vallas fronterizas donde se produce la 
entrada ilegal de inmigrantes. Los que tienen la suerte de cruzar ambas 
fronteras cuentan que el primer escollo al que se enfrentan suele ser la
 frontera marroquí, pero no siempre el trato inhumano viene de ese lado 
de la valla. En ocasiones las actuaciones punibles contra el derecho a 
la vida se dan en nuestras propias fronteras, cuando no se da la 
colaboración arbitraria entre ambas policías que deportan salvajemente 
bajo acuerdos tácitos donde no prevalece la ley.
A lo largo de estos años se han 
descubierto episodios similares. En 2005 en las valla de Ceuta y Melilla
 se produjeron avalanchas masivas donde resultaron muertos por impacto 
de bala 13 inmigrantes subsaharianos. En un arrebato de desacuerdos 
ambos países se echaron la culpa uno a otro de lo sucedido, lo cual 
impidió esclarecer los hechos y aportar transparencia a las 
investigaciones que aún siguen sin determinarse las causas. En 2009 y en
 extrañas circunstancias resultó muerto un subsahariano por arma de 
fuego, cuyo caso quedó también en tierra de nadie. SOS Racismo y otros 
movimientos sociales han determinado, tras varias averiguaciones sobre 
centenares de desaparecidos y muertes en extrañas circunstancias, que es
 consecuencia directa de una mala aplicación de las políticas de 
inmigración entre ambos gobiernos. Las asociaciones llegan a la 
conclusión de que es preciso suspender los acuerdos en esta materia con 
Marruecos mientras se siga violando los derechos humanos de los 
ciudadanos expulsados y se actué contra el Convenio Europeo de Derechos 
Humanos al que estamos suscritos. Es decir, poner veto hasta que dejen 
de producirse muertes.
Los acontecimientos del Tarajal reflejan
 una flagrante transgresión del marco de todo el conjunto de estados 
miembros que comparten políticas migratorias, además de una acción 
inhumana por parte de las autoridades, pero queda lejos ver una 
implicación institucional en el caso. Las familias en sus países de 
origen por medio de asociaciones y de los pocos resortes que pueden 
emplear no olvidan lo ocurrido y siguen alentando a la movilización 
“Somos negros y pobres es muy difícil que se haga justicia pero no 
imposible” dice una de las madres de la asociación de familiares 
victimas del Tarajal. Las organizaciones sociales y políticas mueven 
ficha a nivel internacional en la actuación del proceso. El caso que fue
 archivado provisionalmente en octubre de 2015 en el Juzgado de Primera 
Instancia e Instrucción número 6 por no quedar probado un uso indebido 
del material antidisturbios, es reabierto por la Sección VI de la 
Audiencia Provincial de Cádiz, con sede en Ceuta. La Audiencia ha 
estimado los recursos presentados contra el sobreseimiento provisional y
 libre de las actuaciones iniciadas para esclarecer la muertes y estima 
que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 no alcanzaron
 “los grados de suficiencia y eficacia que serían exigibles”. Sin 
embargo el proceso del caso aunque esté en manos de los juzgados podrá 
transcender siempre y cuando haya una exigencia social que pelee porque 
se pidan responsabilidades.
Este febrero de 2017 han vuelto a 
suceder movilizaciones en el Estado español. En Ceuta, Madrid, 
Barcelona, Bilbao, Pamplona había convocadas manifestaciones y en otras 
partes del mundo también se produjo algún tipo de acto. Por las redes 
circulan videos, firmas y actividades para apoyar a las familias de los 
afectados y para esclarecer los hechos. Es evidente que no se trata de 
eventos multitudinarios por la naturaleza del caso y porque nos hemos 
acostumbrado a vivir en el desamparo constante, pero el resultado 
dependerá en última instancia de nosotras y nosotros mismos. La justicia
 y los aclamados derechos son algo que por desgracia o por fortuna 
dependen más de la sociedad que de las instituciones. No te los dan, 
tienes que arrebatarlos. La justicia la haremos nuestra o no será.