"Cada vez es más corto el plazo hacia la duplicación de la injusticia"


Hoy nos sorprendía la trágica noticia del fallecimiento del escritor Eduardo Galeano, referente intelectual de izquierdas latinoamericano. En su recuerdo reproducimos la siguienteentrevista publicada en el Periódico CNT en julio de 2004. Os dejamos con sus siempre sabias palabras.
Manuel G. Blázquez | Periódico CNT
Ilustración: JAM
Pertenece al mundo de los fieles. Dice encontrarse entre los que no traicionan. El escritor uruguayo Eduardo Galeano, en el trajín de frontera y frontera cuando se supone que estamos en el mundo global, ha paseado su voz por el territorio ibérico, al mismo tiempo que leía los textos escuetos de la Boca del tiempo, su último libro. O en la caseta de una feria o, incluso, en el terreno con olor a incienso de una iglesia de colegio mayor (previa petición de perdón por si las moscas) Galeano abre la boca y presta las palabras para provocar ánimos y emociones, para que continúen con vida y se transformen en los otros. Uno de los días que cayó sobre el aeropuerto de Madrid, la seguridad para la idiotez se había multiplicado hasta el infinito, para desasosiego de quienes no entienden: era el día de La Boda (de Doña Felipe y Don Leticia). “Fue duro eso, aquel diluvio de cursilería, la cantidad de gente que murió ahogada”, dice. Pocos escritores vivos de lengua castellana despiertan tantas pasiones como el autor de Las venas abiertas de América Latina. Asistir a alguno de sus recitales es congratularse con la ironía, la certeza del análisis, la belleza de las palabras naturales, la pausa dejada para el silencio y darse cuenta de que algunos libros y autores ayudan a no sentirse solos, aunque estemos acosados o rodeados. Quienes siguen creyendo que el mundo puede ser otro, otro también más mágico, no pueden quedar defraudados con quien fabrica palabras sobre el hombre y la naturaleza, la tierra, el mar y el aire, la historia olvidada, la historia interpretada, la historia oficial, el amor y el desamor, la justicia y su contraria, la comunicación masiva y sus medios, lo ridículo y lo sublime, la belleza de la vida aún repleta de cosas feas. Todo lo que huele a realidad, incluso la inventada o soñada, sirve a unas manos que escriben, por ejemplo, que Comunidad Internacional “es el nombre de los grandes banqueros y de los jefes guerreros” y las buenas acciones “no son los nobles gestos del corazón, sino las acciones que cotizan bien en la Bolsa” y ésta es el “escenario donde ocurren las crisis de valores”. Así puede que esté el mundo, en crisis permanente, pero también repleto de gentes a la caza de emociones y justicia. La realidad llama una y otra vez al escritor montevideano: “Yo me inspiro en lo que me cuenta una señora muy maga y muy loca que se llama realidad”. Le incita hacia los temas más diversos, sin clasificar, sin dividir “por ninguna frontera que anuncie que hasta aquí llegó el amor y aquí empezó la tierra o el agua”, desde las sangrientas guerras contra Irak a los colores. “Todo depende”, dice, “del punto de vista, del lugar donde uno se coloque para ver el mundo. Yo siempre digo que desde el punto de vista de una lombriz un plato de espaguetis es una orgía”.
Emigración y dinero
“En estos tiempos de la globalización las cosas se han puesto más difíciles; no para las mariposas ni los flamencos, ni los salmones, porque siguen siendo libres, no para los animalitos, para las aves, los caminos del aire o de la mar, pero sí para la gente, para los miles o millones de peregrinos que deambulan por el mundo golpeando puertas y buscando casas. Las fronteras que se abren mágicamente al paso del dinero se cierran sin magia ninguna cuando son seres humanos los que quieren entrar”.
Las soluciones mágicas
“No tengo la menor pretensión de enseñarle nada a nadie. Yo lo único que quiero es recoger historias que creo que valen la pena contar a los demás y contagiarlas, para que en los demás se multipliquen. Sin ninguna intención pedagógica. No pretendo señalar ningún camino, ni vender una receta de felicidad a nadie. Y, además, me inspiran por lo menos mucha sospecha cuando veo que hay gente que pone en venta recetas, soluciones mágicas. Es muy difícil encontrar caminos en este mundo confuso, revuelto, turbulento y esos caminos dependen de cada momento y de cada lugar”.
Libros para niños y “pobrólogos”
“La verdad es que es muy difícil escribir para niños, porque cuando uno escucha lo que los niños son capaces de decir, dice, bueno, yo en relación a los niños me propongo ser su taquígrafo, pero nada más; yo no tengo nada que contarles que les valga la pena escuchar. En cambio ellos me pueden contar a mí tantas cosas, como esa señorita que aparece en el libro Bocas del tiempo que formula la que para mí es la mejor definición de la pobreza que yo he escuchado jamás. Hay muchas definiciones de la pobreza y hay además, una enorme cantidad de expertos que viven de la pobreza, los “pobrólogos”, los especialistas en la pobreza. Pero la mejor definición fue la que ella formuló cuando dijo “pobres son los que tienen la puerta cerrada”. La frase fue pronunciada cuando yo tenía tres años. Yo creo que es la mejor edad para asomarse al mundo y ver, porque después a uno se le ensucia la mirada, por eso digo que hay que lavarse los ojos. La vida adulta te ensucia mucho la mirada porque vivimos presos de un sistema de poder que nos educa para desconfiar del prójimo, para vivir con miedo, para no reconocer al otro. Entonces no podemos verlo, nos perdemos de ver la maravillosa diversidad del mundo”.
La realidad encerrada en esquemas
“La realidad es muy sorprendente y bastante misteriosa, por eso hay que tener mucho cuidado a la hora de interpretarla, hay que tener mucho cuidado de no encerrarla en esquemas y dejarla que ella hable, que se exprese antes de formular ninguna interpretación. Es la tentación frecuente entre los intelectuales, incluso entre muchos intelectuales amigos, intelectuales de izquierdas, esa tentación de encerrar a la realidad en una fórmula, de pegarla una etiqueta en la frente, de reducirla a un esquema que todo lo sabe, que todo lo puede, que todo lo interpreta, que todo lo presiente, que todo lo anuncia. Y cuando la realidad se porta mal y no obedece al esquema, pues bueno, no es más que una prueba de que hay que cambiar la realidad, no el esquema. Los intelectuales se aferran al esquema con una pasión digna de mejor causa. Y yo quiero estar siempre libre de esa tentación”.
Países arrollados por el desarrollo ajeno
“En Las venas abiertas de América Latina, un libro escrito hace más de 30 años, yo traté de poner al alcance de un público no especializado un instrumento para empezar a trabajar sobre una contrahistoria posible. A partir de la certeza de que la historia es una tarea humana, que no estamos condenados a aceptar ninguna concepción fatalista de las cosas que nos obligue a creer que el tiempo se repite. El tiempo no se repite. Mañana no es otro nombre de hoy. La realidad de hoy no es la realidad que era real cuando yo escribí este libro, a pesar de que hay numerosos puntos de contacto entre una y otra realidad. Se podría hacer la lista de todo lo que cambió, lo que no cambió o en qué dirección cambió. Pero lo que el libro denunciaba era un proceso, que ya llevaba unos cuantos siglos de vida, por el cual la prosperidad de pocos se explicaba y se alimentaba de la pobreza de muchos. Eso valía para definir lo que ocurría dentro de cada frontera y para intentar entender lo que ocurría en el mundo en la relación entre los países. Donde tampoco podía uno encontrar ninguna riqueza que fuera inocente de la pobreza que había generado. Esto en Las venas abiertas está contado historiado, como si fuera una novela. Son personas de carne y hueso las protagonistas de ese proceso que hace que sobreviva con prosperidad creciente un sistema de poder que con una mano te roba y que trata de convencerte de que hay países, los del llamado tercer mundo, que viven en la infancia del capitalismo, lo que se llama países en vías de desarrollo. Las venas abiertas de América Latinalo que postulaba es que una cosa son los países arrollados por el desarrollo ajeno, y por lo tanto sometidos a deformaciones estructurales gravísimas, y otra cosa son estos modelos inventados por los expertos según los cuales hay en el mundo de hoy países que viven su infancia en dirección a lo que podría llegar a ser algo así como Suiza si se portan bien y saben esperar ocho siglos, dos milenios, cuatro milenios”.
El mundo al revés y la legión de arrepentidos
"Expertos del Fondo Monetario y del Banco Mundial reconocen en sus informes que el ritmo de crecimiento de la desigualdad es como esta cosa de la tijera; que se abre como las hojas de una tijera la pobreza y la riqueza, que cada vez es más hondo el abismo, la distancia que separa una de otra. El ritmo de desarrollo de esa desigualdad es muchísimo más acelerado de lo que era. Ahora se está duplicando cada 30 años. Cada vez es más corto el plazo hacia la duplicación de la injusticia. Lo que era injusto cuando yo escribí Las venas es ahora dos o tres veces más injusto. Escribí Patas arriba. La escuela del mundo al revés intentando de algún modo retratar el mundo del fin de siglo, del fin del milenio. Era un lenguaje diferente al de Las venas. Treinta y pico años después yo soy otro. Cuidado. Soy otro, pero siempre leal a las ideas que creo y a la gente que quiero, porque está lleno de arrepentidos el mundo y yo no integro esa legión."
Salario femenino
"Un informe que leí hace poquito se refiere a lo importante que han sido las conquistas de los movimientos feministas y de las mujeres en los últimos tiempos, en los últimos 30 o 40 años. Es una de las cosas positivas que han ocurrido, una elevación notoria del nivel de conciencia femenina, la necesidad de luchar por los derechos de la mujer y unas cuantas conquistas concretas. Pero, al mismo tiempo, ese informe subrayaba que el ritmo de los cambios no era el deseable porque para que en el mundo el salario femenino pudiera igualarse con el salario masculino, tendrían que pasar todavía 475 años. Yo pensé, ¿conozco a alguna mujer que viva tanto? Y no, no había ninguna. Y me dije ¿no será que a veces la paciencia contradice el sentido común?"
Literatura con placer
"A veces uno se pregunta cómo se puede escribir con placer de cosas tan horribles porque yo no sólo escribo de las bellezas del mundo, aunque las celebro continuamente, sino también de sus horrores. Cómo es posible que esa contradicción que es la vida, que al fin y al cabo la vida está hecha de eso, esas hermanas siamesas que son la luz y la sombra, la noche y el día, el horror y la maravilla, cómo se puede hacer para que esa contradicción se transmita con placer, para escribir con placer. Y he llegado a la conclusión de que a la conciencia hay que decirle que se quede quieta, que uno va a hacer lo que puede, pero que no moleste demasiado que cuando te da órdenes el resultado es completamente ortopédico. Esto explica, creo, el fracaso de buena parte de la literatura mejor intencionada en el mundo de nuestros días. La literatura escrita por gente con las mejores intenciones quiere invitar al cambio e invita al bostezo. No hay caso. Yo creo que ahí hay algo en el fondo, como una incapacidad de cometer la osadía de dirigirse a los no convencidos porque escribir para los convencidos es fácil. Pero claro, ese es el destino de los boletines de parroquia, de la literatura destinada al espejo, a conversar con uno mismo, medio como masturbatoria. Creo que vale la pena dirigirse a los demás y sobre todo a los que no coinciden con lo que uno piensa. Y para hacerlo hay que ofrecer las cosas de la manera más honesta y leal, sin imponer nada a nadie, pero sí invitando a participar de una aventura compartida."
Bin Laden
"Sí, tengo una alegría enorme porque desde que escribí Patas arriba me llaman Nostradamus. Modestia aparte, es la primera vez que acerté con una profecía. A principios del año 1998 escribí un recuadro para Patas arriba en el que se pregunta que si no será el próximo malo de la película un señor que se llama Bin Laden que tiene una larga barba, turbante y una ametralladora que descansa, duerme sobre sus rodillas. Y que tiene todas las características para hacer de villano en las próximas películas del Hollywood este que es el Pentágono. Y en efecto se dio, sin que yo hablara con él ni nada, porque puede parecer que yo le dije "mirá, Bin Laden, ahora no me hagas quedar mal, vas a tener que provocar alguna tremenda catástrofe porque si no voy a quedar como un mentiroso."
Alimentarse de la duda
"En el fondo yo soy optimista, pero no fulltime, o sea, soy optimista algunas veces a lo largo del día, pesimista otras veces, y no creo mucho en los optimistas fulltime, los sonrientes de oreja a oreja pase lo que pase, que son invulnerables a la duda y que jamás se caen del caballo. Yo me caigo, me levanto, vuelvo a subir, me vuelvo a caer. Yo creo que las únicas certezas que valen la pena son las que se alimentan de la duda. Y probablemente las únicas alegrías que de veras resplandecen en lo más alto de las alturas son las alegrías que saben que también el mundo es un lugar muy duro, que también hay que saber, no hay otra, tenemos que estar enterados, porque no hay quien pueda ignorarlo saber lo poco que la vida dura y lo mucho que duele. Pero que eso no es todo, que cada cosa se alimenta de la otra. No se equivocaban los filósofos que creyeron que la contradicción es el motor de la historia."
Venezuela, un ejemplo más
"De Venezuela, lo que más me llama la atención es la furia con que los medios masivos de comunicación dominantes y unos cuantos medios que pertenecen también al campo de la opinión más independiente, más libre, menos controlada, la furia con la que hablan de Chávez o con la que se refieren al proceso que encabeza en Venezuela. Hay un odio que para mí me parece incomprensible, porque yo no veo que él haya hecho nada grave, realmente. Se lo acusa de hablar mucho, pero bueno, eso se ve que los acusadores nunca estuvieron en el trópico, porque en el trópico todos hablan mucho. Es una manera de ser. El auténtico, genuino producto tropical habla, durante el día y mientras duerme. Eso es así. No tiene nada raro que los discursos duren como los de Fidel: duran siete horas, ocho horas. Es que si duraran menos dirían "está mal de la garganta". Porque es así. Y después le acusan de demagogia. Como si hubiera políticos que estuvieran a salvo de cometer algún pecado de demagogia. Lo acusan de tirano, de dictador, lo que más me asombra, me deja con la boca abierta. En Venezuela nunca se clausuró ningún periódico. Tiene todos los medios masivos en contra y hasta qué extremos han llegado esos medios. Que realmente uno piensa, caramba con este hombre, por mucho menos han clausurado diarios, radios o canales de televisión en los países que dicen que son los más libres del mundo. Cuando el golpe de Estado, con un presidente fugaz que fue flor de un día, un empresario, sospechosamente parecido al patrón de Omero Simpson en la televisión, con una cara idéntica, cuando Chávez vuelve al puesto que legítimamente había conquistado, la televisión venezolana ignora el detalle. Estuvieron 24 horas pasando cotilleos y películas norteamericanas sin contar a la teleaudiencia que el presidente había vuelto a su lugar y que el patrón de Omero Simpson ya no estaba usurpándole el trono. Un caso de los más extremos de desprecio de la opinión pública. Yo creo que lo que explica esta furia universal es en gran medida que él sigue practicando una política de defensa de la soberanía nacional en un país que tiene petróleo. Si Venezuela produjera rabanitos nadie se ocuparía de atacarla."

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