Hipnosis colectiva y espectáculo de masas


El 11 de septiembre se celebró el día patriótico de Cataluña, la Diada. Tal y como era previsible el éxito de la celebración y participación en el festejo fue superior al del año pasado cuyo logro fue el de hacer visible la situación catalana. La Diada conmemora el día en que las tropas borbónicas entraron en Barcelona venciendo a los partidarios de la casa de los Austrias. Esta derrota para los intereses catalanes se agravó aún mas con el decreto de Nueva Planta que suprimiría los Fueros catalanes e impondría el castellano como lengua oficial. La imposición monárquica pretendía centralizar el poder ampliándolo a más territorios.

Casi 300 años después (1714) muchas cosas han cambiado. La monarquía borbónica parlamentaria, salpicada de escándalos y heredera directa del fascismo franquista, encuentra una fuerte oposición en una Cataluña que apuesta cada vez más por la República y quitarse de encima el centralismo español.
La Diada mantiene en su seno el carácter reivindicativo desde que se aprobó, en 1980 al Parlament catalán, como Fiesta Nacional, y haciéndose cargo como institución la Generalitat de Cataluña de su principal acto oficial desde 2004 (1).

Bandera con velas, Vic (Barcelona) 11-09-12
La Diada, pese a su reclamación reivindicativa de independencia, se está transformando en un espectáculo de masas. O al menos la última celebrada lo hace presagiar así. Un espectáculo colorido de una cadena humana desde la frontera francesa (la Cataluña Norte) hasta el límite sur con Castellón (País Valenciano) consiguió que más de medio millón de personas unidas de la mano celebrasen con júbilo este día. Una odisea propia del libro Guinness de los récords. La reivindicación y protesta social contra los recortes impulsados por las nuevas políticas liberales, fue diluida por la hipnosis colectiva de celebración. El carácter festivo y lúdico en que se está transformando la Diada a los 300 años de conmemoración de los hechos, hace preveer una fiesta tradicional en los años próximos, donde la reclamación de autogobierno, independencia y descentralización, quedará únicamente circunscrito a la política parlamentaria, quedando la iniciativa histórica ciudadana relegada políticamente al voto de delegación ejecutiva y a disfrazarse, hacer montañas de gente o recrear episodios épicos de batallas pasadas.

La Asamblea Nacional Catalana (ANC)(2) nació en 2011 como promotora de un proyecto popular y ciudadano que se encargara de canalizar la base social hacia la independencia. Su militancia está formada por políticos, artistas, filósofos, ciudadanos... gente de buen nombre y en su mayoría dispuestos a ofrecer el espectáculo grandioso que supondrá la celebración del 300 aniversario del triunfo del chovinismo(3) y del que muchos de sus miembros son directos herederos.

La base para una independencia beneficiosa que emancipe al pueblo catalán de los poderes económicos y políticos ha de pasar, por necesidad, a través de una organización horizontal autogestionada. La militancia debe aportar sus brazos no para encadenarse aún más a una burguesía que solo desea su sumisión dócil y alegre, sino para hacer frente al expolio que está sometida dentro del cual está vetada hasta la banalidad de un referéndum, puesto que les importa bien poco la opinión verdadera de quien los mantiene.

Barricada, Plaza de San Pedro (Barcelona), 19 de julio de 1936
La ANC, así pues, se enfrenta a una oposición nacionalista española en una posición de debilidad. Sus afiliados no son ni una décima parte de la gente que salió a la calle el Once de Septiembre. Sus caras más famosas serán las primeras en irse a cualquier país donde tengan mansión propia y dinero en reserva si la cosa se pone fea. La ANC no es la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) de los años 30 del siglo pasado. Aquella CNT con sus 400 mil afiliados solo en Cataluña, promovió cambios reales, no espectáculos de pandereta con luces de neón. La fuerza de aquella CNT no era subvencionada y ella sola supo plantar cara al abuso y la explotación viniera de catalán o español, se enfrentó al expolio expropiando y luchó con hasta 3 líderes fascistas que impusieron el terror sobre nuestras tierras y Europa.

La ANC es nueva pero sus miembros son viejos para el cambio. En sus palabras resuena el mismo eco que en los políticos, cambiar todo para que nada cambie.



R. Sánchez.

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(1)https://es.wikipedia.org/wiki/Diada_Nacional_de_Catalu%C3%B1a
(2)https://es.wikipedia.org/wiki/Asamblea_Nacional_Catalana
(3)http://es.wikipedia.org/wiki/Chovinismo

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