AENA / ELECNOR / OUTSMART: The Working Dead
El próximo lunes 15 de diciembre tendrá lugar el juicio sobre el caso de persecución sindical de un militante de la CNT-AIT Barcelona por parte del tándem mafioso de empresas AENA/ELECNOR/OUTSMART, en relación a la lucha anarcosindicalista que se ha llevado a cabo en el Aeropuerto de Barcelona. En el juicio, la CNT-AIT persigue que se reconozca como nulo el despido de nuestro compañero por parte de OUTSMART ASSISTANCE, empresa perteneciente al grupo ALLIANCE, a la vez que se proceda a la inmediata reincorporación a su puesto de trabajo. Para ello, también se exige que se reconozca el derecho a la subrogación a los trabajadores que en su día estaban empleados en OUTSMART, y que una vez perdido el concurso público de las labores de mantenimiento del aeropuerto, deben pasar a trabajar en la plantilla de ELECNOR. Este incumplimiento del derecho de subrogación, que deja en la calle a numerosos trabajadores, es responsabilidad directa de AENA, empresa matriz en la gestión de los aeropuertos en el Estado Español.
La lucha de nuestro compañero por su puesto de trabajo no es un ejemplo aislado dentro del agujero negro de precariedad que es el Aeropuerto de Barcelona,
máxime una vez consumado el proceso de privatización de AENA. Son
muchos los ejemplos similares de maltrato y acoso a los trabajadores,
algunos de los cuales se encuentran organizados en las secciones
sindicales que diferentes sindicatos de la CNT-AIT mantienen en el
aeropuerto. Las condiciones generales de los trabajadores del aeropuerto
son pésimas, dependiendo en la mayoría de los casos de contratos
hiperprecarizados, como por ejemplo los contratos temporales encadenados
o el chantaje mediante la contratación de falsos autónomos. En todos
los casos, el objetivo de las diferentes empresas es rebajar al máximo
las garantías laborales, ahorrar dinero en salarios y poder largar a la
gente en cualquier momento de una forma casi gratuita.
La estrategia empresarial que ampara este tipo de prácticas es la subcontratación.
Ésta implica el encadenamiento de varias empresas para la realización
de un servicio, y en cada eslabón de la cadena, se va malgastando la
inversión de dinero inicial (gran parte del cual es público) a la vez
que se van rebajando las condiciones laborales en pos de un
abaratamiento del servicio. En otras palabras, en lugar de ser AENA
quien contrate directamente a los trabajadores del Aeropuerto, esta
empresa contrata a otra empresa que a su vez puede que contrate a otra
de la que finalmente dependen los trabajadores. Y el dinero que
inicialmente se debería traducir en salarios y condiciones dignas para
los trabajadores, finalmente acaba en los bolsillos de empresarios e
intermediarios que no realizan ningún trabajo, quedando en último lugar
las condiciones de laborales y los salarios de los currantes que sacan
adelante el servicio en cuestión.
Dentro de esta gran mafia de la
subcontratación, la cual es una de las caras del proceso de
privatización de AENA, son muchos los derechos laborales que se van
perdiendo a pasos agigantados. Uno de ellos es la permanencia en el puesto de trabajo, representado supuestamente por el derecho a la subrogación.
Esto significa que tú desarrollas un trabajo para AENA, a través de
alguna de sus subcontratas, y si con el paso de los años cambia la
empresa subcontratada, tú deberías seguir desarrollando el mismo
trabajo, en el mismo puesto, sea cual sea la empresa nueva que pase a
gestionar el servicio. Es decir, que las empresas pueden cambiar, pero
las plantillas deberían permanecer. En el caso del Aeropuerto de
Barcelona el derecho a la subrogación está contemplado en algunos casos,
pero cada vez nos encontramos con que a los trabajadores de algunos
servicios, como algunas labores de mantenimiento, por arte de magia se
le modifican las condiciones y se quedan fuera de estas subrogaciones.
En la práctica esto supone despidos encubiertos, ya que al entrar una
nueva empresa contrata a nuevos trabajadores, sin antiguedad y con
peores condiciones, a la vez que deja en la calle a la antigua plantilla
sin pagarles las indemnizaciones por despido. Y estas situaciones son
responsabilidad directa de la empresa matriz, que es la que establece
las condiciones en los pliegos. En este caso, AENA.
En conclusión, la privatización
de AENA, las subcontrataciones, la hiperprecarización de los contratos,
los despidos encubiertos, la persecución sindical… Todo ello es el pan
de cada día para los trabajadores del aeropuerto. Por eso es
de vital importancia que la lucha de aquellas personas que han decidido
plantar cara, como nuestro compañero David, llegue a buen término, ya
que pueden suponer un precedente positivo de cara a la defensa de los
puestos de trabajo y los derechos del resto de compañeros. Por todo ello
os animamos a secundar y difundir la lucha contra AENA y su recua de
secuaces, a la vez que os tendemos la mano a que os suméis a la
autoorganización y la lucha de los trabajadores, ya que es la única
herramienta que tenemos para hacer frente a los ataques cada vez más
criminales de las patronales y los gobiernos.