La cara humana de la crisis humanitaria


Continuamente, los medios de comunicación nos ofrecen cifras que parecen (y se hacen aparecer) apabullantes. Decenas de miles de refugiados han llegado en las últimas semanas a las costas europeas y los sucesivos telediarios van trazando sus desplazamientos, conforme cruzan fronteras. Entre tanto cero, es fácil perder de vista la dimensión humana de la situación. Por mucho que se trate de una crisis humanitaria, a menudo la manera de presentarla es francamente inhumana. Igual que los debates en las altas esferas políticas, que discuten cuotas de refugiados como si fuesen simples cifras en un papel. Sin embargo, cada unidad que se suma a estos miles tiene un rostro y un nombre, huye de unos miedos y persigue unos anhelos. Para no perder de vista a las personas detrás de las cifras, presentamos una pequeña galería fotográfica con imágenes de refugiados a su llegada a las costas de la isla de Lesbos, en Grecia. Sus caras reflejan sin necesidad de palabras el miedo y la esperanza que anidan detrás del drama de los refugiados, de cada refugiado.
Fernando del Berro es un fotógrafo y periodista freelance que lleva varias semanas en Grecia documentando la precaria llegada de refugiados y ayudando como voluntario. Tanto éste como sus anteriores reportajes han destacado siempre por su compromiso social y con las personas al otro lado del objetivo. Ha publicado artículos e imágenes en diversos medios nacionales e internacionales como The Times, El País y BBC, entre otros muchos. Fernando ha tenido la amabilidad de cedernos estas imágenes, algunas inéditas, para ilustrar la dimensión humana de esta crisis, más allá de las cifras que sólo sirven para esconder la realidad de cada persona desesperada que huye como refugiada. Esperamos que estas imágenes de esperanza, de niños asustados, pero sanos y salvos, puedan sustituir por completo las de pequeños ahogados en las playas europeas.
Secretaría de Acción Social/Exteriores.
Secretaría de Acción Social  
Una barca inflable llega con refugiados a las costas de la isla de Lesbos, Grecia. Uno de ellos alza en brazos a su bebé
Una nueva vida se abre frente a este pequeño, que deja detrás una espantosa guerra de la que ni siquiera tendrá memoria
Otros, más mayores, sí recordarán la carnicería de la que huyen. No obstante, eso no hace que el miedo sea más fácil de llevar.
La travesía de los 14 kilómetros que separan Grecia de Turquía, en unas condiciones precarias, es una experiencia traumática.
Ojwan, ha realizado el viaje desde su Siria natal con sus dos hijos en brazos.
– Sólo el horror que dejan atrás puede explicar que familias como la dela imagen arriesguen la vida de sus propios hijos
– Una familia se abraza aliviada tras haber llegado a la costa sanas y salvas.
La congoja de los más pequeños tardará un poco más en disiparse.
Por suerte, la mayoría de los que intentan la travesía consiguen llegar sanos y salvos, como esta niña, en brazos de su padre
No obstante, llegar a la costa es sólo el comienzo de la siguiente etapa del viaje.

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