Comunicado de CNT de Barcelona con respecto a la situación de l@s trabajador@s callejer@s
Enviado por Prensa Barcelona el Jue, 10/11/2016 - 20:56.
Los
trabajadores callejeros, que ya ostentan el triste récord de ser
entre los individuos más precarios del mundo laboral, están
amenazados hoy por una serie de nuevas vejaciones y limitaciones al
libre ejercicio de sus profesiones por parte del poder político; si
la legislación actual establece ya un sistema vergonzoso de
otorgamiento de licencias administrativas autorizando la práctica de
una disciplina artística unas horas a la semana mediante sorteo,
convirtiendo a los que no lo tienen en meros “delincuentes”
objetos de acoso policial, la nueva ordenanza de convivencia urbana
promete convertir el trabajo callejero en una auténtica pesadilla.
De hecho, los trabajadores ejerciendo en la calle tendrán obligación a partir de enero de 2017 de darse de alta ante la Seguridad Social como “empresarios/autónomos”, sometidos por tanto al pago de impuestos y al control de su actividad profesional, situación perfectamente ridícula para quien sabe que el trabajo callejero no se corresponde en nada al trabajo de un empresario formal.
Asimismo, se afirma claramente la voluntad política de controlar quién podrá o no trabajar en la calle mediante la creación de una prueba de nivel supervisada por una comisión administrativa, a la cual tendrá que someterse cualquier artista callejero con finalidad de determinar quién es “apto” o no para ejercer su disciplina. Si para nosotros es la prueba definitiva de que los políticos están locos, representa desgraciadamente una grave amenaza para el arte callejero: el ejercicio de una disciplina artística no tiene nada que ver con el lamentable sistema escolar en vigor en todo el Occidente triunfante, que solo se concentra en las nociones de “aprobar” o “suspender” una asignatura, sino de dominio real y profundizado de la disciplina ejercida. Se juzgaría por tanto a la comunidad de artistas callejeros en base a criterios que no son los adecuados, por gente desconociendo perfectamente el arte callejero y sus objetivos… Vaya tontería, nos diréis. Pues, sí.
Por fin, el acoso policial se vuelve cada vez más opresivo para los callejeros, que son víctimas de humillaciones y abusos de poder continuos e impunes poniendo en peligro grave su integridad física y su situación económica (requiso de material destinada a la venta ambulante o al ejercicio de una profesión artística, golpes, amenazas, insultos, robo del dinero ganado, chantaje, cacheos sistemáticos y perfectamente injustificados… son unas de las situaciones que padecen frecuentemente los trabajadores de la calle).
El sindicato CNT de Barcelona se solidariza por tanto con los trabajadores callejeros cualquier que sean, manteros, artistas, vendedores ambulantes y otros, y apoya sus reivindicaciones :
-Que se pueda comerciar libremente en la calle sin necesidad de autorización cualquiera por parte del Ayuntamiento o de sus perros uniformizados, dejando de utilizarse la tradicional fórmula hipócrita de que “los poderes legislativo y ejecutivo deben luchar contra los casos de competencia desleal en al ámbito mercantil”; ya sabemos que los verdaderos ladrones no venden gafas de sol en la calle, y pocas veces están en situaciones de tan grande vulnerabilidad como están los manteros.
-Que se reconozca y proteja al arte callejero como trabajo real asimilable a cualquier otra profesión digna de respeto, necesario para la Ciudad de Barcelona, y amparado por el derecho constitucional de libertad de expresión y de creación de cada individuo.
-Que se abandone el sistema de otorgamiento de licencias dando derecho a ejercer en la calle, así que la prueba de nivel que se impondría para poder gozar de dichas autorizaciones. Ejercer una disciplina artística en la calle es un derecho que todos tenemos, y no el privilegio de unos pocos.
-Que se ponga fin a la omnipotencia de las fuerzas policiales y a sus métodos, más parecidos a un sistema de chanchullo institucionalizado que a cualquier tipo de “regulación del orden público”.
Nos quieren sometidos, somos y seremos incontrolables.
¡Ni mendigos ni delincuentes, libertad de ejercicio de todos los trabajadores callejeros!
De hecho, los trabajadores ejerciendo en la calle tendrán obligación a partir de enero de 2017 de darse de alta ante la Seguridad Social como “empresarios/autónomos”, sometidos por tanto al pago de impuestos y al control de su actividad profesional, situación perfectamente ridícula para quien sabe que el trabajo callejero no se corresponde en nada al trabajo de un empresario formal.
Asimismo, se afirma claramente la voluntad política de controlar quién podrá o no trabajar en la calle mediante la creación de una prueba de nivel supervisada por una comisión administrativa, a la cual tendrá que someterse cualquier artista callejero con finalidad de determinar quién es “apto” o no para ejercer su disciplina. Si para nosotros es la prueba definitiva de que los políticos están locos, representa desgraciadamente una grave amenaza para el arte callejero: el ejercicio de una disciplina artística no tiene nada que ver con el lamentable sistema escolar en vigor en todo el Occidente triunfante, que solo se concentra en las nociones de “aprobar” o “suspender” una asignatura, sino de dominio real y profundizado de la disciplina ejercida. Se juzgaría por tanto a la comunidad de artistas callejeros en base a criterios que no son los adecuados, por gente desconociendo perfectamente el arte callejero y sus objetivos… Vaya tontería, nos diréis. Pues, sí.
Por fin, el acoso policial se vuelve cada vez más opresivo para los callejeros, que son víctimas de humillaciones y abusos de poder continuos e impunes poniendo en peligro grave su integridad física y su situación económica (requiso de material destinada a la venta ambulante o al ejercicio de una profesión artística, golpes, amenazas, insultos, robo del dinero ganado, chantaje, cacheos sistemáticos y perfectamente injustificados… son unas de las situaciones que padecen frecuentemente los trabajadores de la calle).
El sindicato CNT de Barcelona se solidariza por tanto con los trabajadores callejeros cualquier que sean, manteros, artistas, vendedores ambulantes y otros, y apoya sus reivindicaciones :
-Que se pueda comerciar libremente en la calle sin necesidad de autorización cualquiera por parte del Ayuntamiento o de sus perros uniformizados, dejando de utilizarse la tradicional fórmula hipócrita de que “los poderes legislativo y ejecutivo deben luchar contra los casos de competencia desleal en al ámbito mercantil”; ya sabemos que los verdaderos ladrones no venden gafas de sol en la calle, y pocas veces están en situaciones de tan grande vulnerabilidad como están los manteros.
-Que se reconozca y proteja al arte callejero como trabajo real asimilable a cualquier otra profesión digna de respeto, necesario para la Ciudad de Barcelona, y amparado por el derecho constitucional de libertad de expresión y de creación de cada individuo.
-Que se abandone el sistema de otorgamiento de licencias dando derecho a ejercer en la calle, así que la prueba de nivel que se impondría para poder gozar de dichas autorizaciones. Ejercer una disciplina artística en la calle es un derecho que todos tenemos, y no el privilegio de unos pocos.
-Que se ponga fin a la omnipotencia de las fuerzas policiales y a sus métodos, más parecidos a un sistema de chanchullo institucionalizado que a cualquier tipo de “regulación del orden público”.
Nos quieren sometidos, somos y seremos incontrolables.
¡Ni mendigos ni delincuentes, libertad de ejercicio de todos los trabajadores callejeros!
