[Gráficas-Madrid] Unidad Editorial o cómo esconder las miserias laborales bajo la alfombra
Al no existir un límite en el número de becarios por empresa, en Unidad Editorial las redacciones de las diferentes cabeceras se han ido llenando de una cantidad considerable de compañeros/as en esta situación que, si en un primer momento suplían los vacíos del personal durante los meses de verano, finalmente han ido ocupando puestos de trabajo que quedaron vacíos tras los repetidos ERE perpetrados en el grupo a lo largo de los últimos 10 años.
Pero esta irregularidad, tan habitual en la empresa, parece que no es suficiente para su objetivo de aumentar beneficios a costa de empeorar las condiciones laborales de quienes desempeñan su labor para el grupo editorial. Así, en un momento dado, decide proponer a estos becarios que, si quieren quedarse en la empresa, -lo normal en jóvenes que disfrutan con su trabajo y para ello se han estado formando-, se hagan “colaboradores”. Todo ventajas para la empresa: les pagan 1.000 euros en el mejor de los casos y se ahorran los gastos de Seguridad Social con lo que disminuyen los costes de forma significativa. Los antiguos becarios, ahora “colaboradores” autónomos o trabajadores por cuenta propia, se pagan sus impuestos, con lo que ven mermados sus beneficios en un porcentaje mínimo de un 25%.
Y en esa situación se han encontrado muchos compañeros y compañeras, una realidad que esconde la figura más que probable del “falso autónomo”, presente en la redacción pero sin contrato laboral con la empresa; sin nómina, aunque sí con mínimo sueldo a fin de mes, con la obligación del pago de la cuota de autónomo y declaración de IVA e IRPF; sin ningún derecho laboral y sin ningún tipo de prestación, pero con horario y órdenes marcados por los jefes de turno de cada redacción y trabajando con el equipo de la empresa…
Una situación esta, la del falso autónomo, que puede suponer una grave infracción, tanto contra los derechos de los trabajadores como en lo que respecta al fraude a la Seguridad Social (Según marca el Real Decreto 997/2018 de 3 de agosto, las consecuencias y sanciones para las empresas pueden llegar en casos extremos, cuando el fraude supere los 50.000 euros en cuatro años, al delito penal con penas que oscilarán entre uno y cinco años de cárcel) y que ha llevado a que el diario MARCA haya sido denunciado legalmente por algunos trabajadores.
Y la empresa, en vez de intentar normalizar la situación contratando a estas personas, ha decidido dar otra vuelta de tuerca a la precarización escondiendo la mierda debajo de la alfombra y mandando ahora a trabajar desde sus casas nada menos que a 13 personas, jóvenes que bregan por 1.000 euros en el mejor de los casos, de los cuales sólo en tributos deben pagar 300.
Ahora en MARCA tenemos una redacción en Avenida de San Luis en Madrid, otra en Barcelona, otra en Valencia… y otra en cada casa de estos13 jóvenes con sueldos miserables, miembros de una difusa redacción paralela que no pertenece a la plantilla, sin derechos, sin convenio, que trabaja por mucho menos que sus compañeros pero haciendo el mismo trabajo que el resto.
No nos engañemos, esto no sólo es un problema de aquellos a quienes se ha enfangado un poco más en el lodazal de la precariedad… ¡es un problema que nos concierne a todos y todas! Los trabajadores debemos defendernos juntos. Por dignidad, por nuestros derechos, ¡si atacan a uno/a nos atacan al resto! Por todo ello, desde la sección sindical de CNT en Unidad Editorial Área Deportiva (MARCA) apoyamos las denuncias presentadas contra este diario y nos solidarizamos con los compañeros y compañeras en precario a la vez que ofrecemos todo nuestro asesoramiento legal y sindical a quien lo necesite.
Solidaridad, Unión y Apoyo mutuo ¡Plantemos cara a las irregularidades y la precariedad en Unidad Editorial!
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Sección sindical de CNT en Unidad Editorial Área Deportiva (MARCA)
