TIC, TAC… Sobre la lucha y el feminismo que queremos
A escasas horas de la huelga feminista
 del 8 de marzo, los mensajes que llegan al público siguen siendo 
contradictorios: ¿es una huelga o es un paro? ¿en qué consiste la 
huelga? ¿quién está convocado?
En primer lugar, como mujer -obrera y sindicada-, tengo muy claro que la huelga es una herramienta de lucha que consiste en abstenerse en realizar una actividad en perjuicio de aquellos a los que se dirigen las reivindicaciones o quejas.
Nuestras reivindicaciones, desde CNT 
sobre todo centradas en el ámbito laboral (eliminación de la brecha 
salarial, eliminación de los obstáculos en el acceso y promoción en el 
empleo, eliminación de obstáculos a la conciliación de la vida laboral y
 familiar fomentando la corresponsabilidad, eliminación de toda 
discriminación en el trabajo al servicio del hogar familiar, etc.), y 
las asumidas a nivel estatal englobadas en cuatro ejes, tienen claro su 
objetivo: si entendemos el feminismo como un proceso de liberación de 
todas, no de sólo algunas, las nuestras son reivindicaciones contra el patriarcado, contra el capitalismo y contra el Estado.
No podemos señalar únicamente al 
patriarcado sin ser conscientes de que tanto el Capital como el Estado 
se retroalimentan de este, manteniendo no sólo una división sexual del 
trabajo, sino una división de clases. No podemos señalar al patriarcado 
sin mostrar la desigualdad en la que se basa este sistema, oprimiendo 
con más fuerza a todo lo que no es hombre, no es hetero, no es cis, no 
es rico y no es blanco. No podemos señalar al patriarcado sin evidenciar
 a su vez como beneficia al capital y al estado el adjudicar a las 
mujeres en los hogares la responsabilidad de resolver las necesidades de
 cuidados, e invisibilizar este trabajo como si fuera otra función 
básica de las mujeres (como el respirar), con las implicaciones que la 
asunción de cuidados conlleva (doble carga de trabajo, precarización por
 la imposibilidad de conciliar, etc.) …
Teniendo claro contra qué luchamos, 
tenemos clara la necesidad de esta Huelga Feminista y su estructura. 
Porque las mujeres participamos en todos los espacios de la vida, y la 
huelga tiene que alcanzar no sólo el trabajo asalariado, también 
pararemos nuestro consumo, el trabajo doméstico y los cuidados, y 
nuestros estudios, para demostrar que, si nosotras paramos se para todo, ni se produce ni se reproduce.
 Este 8 de marzo no es un día de paros simbólicos, no es un día para 
salir a hacerse la foto en manifestaciones, no es un día de fiesta… es un día de lucha real.
Consideramos que el papel que tienen que
 tener los hombres ese día es de acompañamiento, no protagonista. Si 
quieren ser nuestros aliados, tienen que estar a nuestro lado, 
apoyándonos, sin asumir liderazgos sino los cuidados y acciones que 
creamos necesarias. Por eso creo firmemente que la forma más efectiva de
 hacer esto es ayudándonos a echar un pulso al sistema capitalista
 en la huelga general laboral, apoyando y asumiendo las 
reivindicaciones, y mostrando al sistema patriarcal y capitalista que 
estamos unidas y unidos en la misma lucha y dispuestos a pararlo todo 
para lograr una sociedad feminista.
A mayores de la importancia que tiene el
 realizar una huelga laboral -cuyo objetivo siempre es demostrar al 
capital la fuerza que tenemos las y los trabajadores unidos-, el tiempo 
que ha pasado desde la última y la importancia de que ésta sea 
específicamente feminista, me parece que además es necesario estratégicamente para que las mujeres puedan hacer la huelga en los cuatro ejes principales
 (laboral, cuidados, consumo y estudiantil). Siendo plenamente 
conscientes de la importancia que tienen los cuidados, no podemos 
visibilizarlos mientras dejamos sin atención a personas dependientes 
cuya vida o calidad de vida depende de ellos, por eso necesitamos que 
los hombres asuman esa parte ese día para que, del 8 de marzo en 
adelante, el reconocimiento de estas labores feminizadas e 
invisibilizadas y la corresponsabilidad sean algo real.
Pero no se trata solo de que los hombres asuman los cuidados, sino de denunciar
 un sistema que no nos deja hacernos cargo de manera sana, colectiva y 
consciente de nuestras necesidades, de nuestra vida.
Cuando luchamos por la igualdad, por un feminismo real en contra el patriarcado, luchamos de manera transversal buscando eliminar la dominación en todas sus formas, con todas las transformaciones de la sociedad que sean requeridas para tal fin.
Como mujer anarcosindicalista, asumo un 
feminismo de clase, por lo que entiendo que llamar a la Huelga el día en
 el que se conmemora la lucha de la Mujer Trabajadora no es sólo una 
herramienta para denunciar la situación de la mujer, sino que forma 
parte de una estrategia de lucha contra el patriarcado y el capital.
Daphne B.S
Valladolid, Castilla
Valladolid, Castilla
